Sensation Par les soirs bleus d'été, j'irai dans les sentiers, Picoté par les blés, fouler l'herbe menue: Rêveur, j'en sentirai la fraîcheur à mes pieds. Je laisserai le vent baigner ma tête nue.
Je ne parlerai pas, je ne penserai rien: Mais l'amour infini me montera dans l'âme, Et j'irai loin, bien loin, comme un bohémien, Par la Nature, - heureux comme avec une femme. Arthur Rimbaud, mars 1870
.................................................................................................................................. Sensación En los atardeceres azules de verano iré por los senderos, picoteado por el trigo, a pisar la hierba menuda: soñador, sentiré su frescura bajo mis pies. Dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda. No hablaré ni pensaré nada, pero el amor infinito ascenderá en mi alma, e iré lejos, muy lejos, igual que un bohemio, por la Naturaleza, feliz como junto a una mujer.
La taberna fantástica es una pieza clave en la evolución de Sastre hacia la tragedia compleja, con la que imprime una nueva orientación a su teatro a partir de 1965. Se centra en la figura del quinqui o quinquillero y sus circunstancias (marginación, agresividad...), con una evidente intención crítica por parte del autor. Se trata en apariencia de un sainete (de "sainete bronco" lo calificó Haro Tecglen en una reseña crítica de 1985) que tiene como tema el mundo de los quinquilleros. Estos seres, víctimas de una sociedad que les ha cerrado las puertas, reprimidos por la "justicia" y condenados a una existencia marginal, aparecen en la obra retratados con un enfoque grotesco que no anula, sino que potencia, su dimensión trágica.
(Imagen del Banco de recurso del INTEF /
Audio: Tango de Demétrios D. Nicolaidis en FLASHKIT)
Los personajes se reúnen en torno a la taberna que sirve de título a la obra, la taberna "El gato negro", y allí dan rienda suelta a sus pasiones: se emborrachan, se encolerizan, sacan a relucir sus sueños y sus miserias. Al final, uno de ellos, el Carburo, apuñala accidentalmente a otro, Rogelio el Rojo. Todo termina esperpénticamente: con un romance y unas coplas que cantan las virtudes del fallecido, una nota de prensa que ofrece la versión oficial del incidente, una versión disparatada en la que el Carburo aparece como una especie de gangster que ha huido de la taberna nada menos que con una metralleta; y una última escena,espléndida, en la que el Caco y el Badila -los más parias de los parias- mantienen un alucinante diálogo al tiempo que con miradas ensoñadoras contemplan en la lejanía las luces de los rascacielos de la ciudad, símbolo de un bienestar y de una prosperidad que resultan inalcanzable para ellos.Otros aspectos interesantes de la obra son superposición de realidad y fantasía (el ejemplo más sobresaliente es ese "intermedio" en el que el Caco, dormido sobre la triste mesa de la taberna, tiene un sueño y se imagina a sí mismo como un potentado que se enciende los puros con billetes mil pesetas); o el magistral empleo del la jerga marginal que caracteriza a los personajes. (Algunas expresiones procedentes de este argot son: jundunares, "guardias civiles"; darse el zuri, "marcharse"; irse de la muy, "irse de la lengua"; guindar, "robar". Otras han alcanzado mayor difusión en los usos coloquiales: liarla, "provocar un conflicto"; mierda, "borrachera"; joder, "molestar o perjudicar"; pirula, "jugarreta, mala pasada", etc.)
Son muchas las tabernas de la época que pudieron servir de modelo y fuente de inspiración a Sastre para crear su "taberna fantástica". Una de ellas es "La Serrata", del popular barrio de San Pascual, pero también otras que frecuentaba el autor en los años 60. La que tenía el nombre de "El gato negro" (en Pozo Nuevo, Madrid) no se corresponde con la de la obra, como reconoció el propio Sastre en la "Nota 2" que puso a la primera edición. Mariano de Paco, amigo y gran conocedor del teatro sastriano, apunta que en tal denominación podría haber un recuerdo del relato homónimo de Poe.
"La Serrata", taberna del barrio de San Pascual (Ventas, Madrid) [Imagen de la Biblioteca Virtual Cervantes]
Pueden consultarse las reacciones y reflexiones suscitadas por esta obra en este documento PDF. Hemos recopilado en él una muestra representativa de fragmentos que proceden de críticas teatrales y estudios dedicados a La taberna fantástica:
En relación con la condición social de los protagonistas, los quinquilleros, no podemos dejar de mencionar las palabras del propio autor en la "Nota 3", situada al principio de la edición impresa de La taberna fantástica:
Varios personajes -y seguramente los más importantes- de La taberna fantástica pertenecen a un mundo que ha saltado con frecuencia últimamente a las páginas de sucesos de los periódicos españoles: el de los quinquilleros [Recordemos que esta nota se escribió en los años 60, cuando los quinquis constituían un verdadero problema de orden social para las autoridades franquistas] (...) El oficio de quinquillero-el "gremio"- es nómada, pero cada vez se centra más en torno a un domicilio habitual, casi siempre mísero y suburbano. (...) Consistía en la venta ambulante de "quincalla" y, ahora, sobre todo, en el arreglo de cacharros de cocina y paraguas ("paragüero, lañaor") y sillas ("la sillera"); así como chapuzas de fontanería y fabricación de cacharras para leche, etc., hojalateros. El desamparo social, el vacío cultural en que viven -la cruel miseria, en fin, de sus condiciones de vida- crean en ellos una moral, un lenguaje, una idiosincrasia sui generis: y tales condiciones constituyen, desde luego, un caldo de cultivo en el que crece, en porcentajes seguramente más elevados que en otros grupos o capas sociales, la pequeña delincuencia (...) También la indefensión social en que viven -y la necesidad de defenderse como sea, para sobrevivir en tan desfavorables condiciones- crea en muchos de ellos un componente (defensivo) de agresividad, de violencia.
La tragedia compleja constituía una nueva forma dramática en la que Sastre creía haber encontrado el instrumento más adecuado para expresar con mayor profundidad los problemas de nuestro tiempo. Renuncia a lo trágico puro (según la formulación aristotélica), o como él dice, fusiona lo trágico con lo grotesco, lo cómico y lo fantástico. Así, sustituye al héroe dotado de atributos superiores por un personaje heroico-grotesco, vulnerable, expuesto a los ataques de la sociedad y a sus propias pasiones. En palabras de Sastre:
En esta sociedad degradada se produce la objetiva identificación de lo trágico puro como cómico o, por mejor decir, irrisorio. Lo trágico es cómico y, al contrario, en la comicidad de muchas situaciones reside lo más profundo e inalcanzable de la tragedia humana en esta sociedad.
(Alfonso Sastre: La revolución y la crítica de la cultura, Barcelona, Grijalbo, 1970, pág. 103)
Por su radicalimo ideológico y por su afán renovador, el teatro de Sastre permaneció mucho tiempo oculto.Buena parte de su producción se inscribe dentro de ese "teatro soterrado" del periodo franquista que no llegó a los escenarios españoles. Recordemos la polémica que sostuvo Sastre con Buero Vallejo sobre el "posiblismo-imposibilismo". No obstante, Sastre siguió componiendo obras que sabía que no iban a ser representadas.De hecho, La taberna fantástica, escrita en 1968, no se estrenó hasta el 23 de septiembre de 1985. Formaba parte de su Teatro penúltimo, que recogía varias obras inéditas de 1965 a 1972 (La sangre y la ceniza, El banquete, La taberna fantástica, Crónicas romanas, Ejercicios de terror y El camarada oscuro).La representación de 1985 alcanzó un resonante éxito y consagró a Rafael Álvarez "El brujo". En el año 2008, el Centro Dramático Nacional volvió a representar la obra, de nuevo bajo la dirección de Gerardo Malla. El vídeo promocional de esta reposición es el que hemos incluido en este blog.
El libro se ha servido a lo largo de la historia de distintos soportes y materiales. Desde las tablillas en escritura cuneiforme de Babililonia, los papiros de Egipto, los códices en pergamino del Mediovo, hasta el libro impreso que surge de la invención de los tipos de imprenta móviles, el libro ha sido un fiel aliado del ser humano. ¿Seguirá siéndolo en un futuro? No hay nada que nos haga pensar lo contrario. Adoptará nuevas formas como la del libro digital, pero ello no supondrá nada más que un momento más en la evolución que ha experimentado desde sus orígenes. No podemos olvidar lo que hemos sido ni de dónde venimos. Sirva este vídeo de homenaje a tan entrañable compañero.
Internet ha abierto nuevas posibilidades al universo literario. Lejos de ser una amenaza, lo cierto es que puede ser un complemento del libro tradicional. Algunos, "los apocalípticos", han visto en la expansión de internet la culminación de un proceso de disolución de la "cultura humanística". Esta consideración (tan pesimista) del fenómeno se nos antoja muy equivocada. La esencia de la literatura, como la de cualquier otra manifestación artística, no reside en el soporte empleado en su difusión. Es más, internet no solo no se opone a la expresión literaria, sino que proporcina interesantes innovaciones y posibilidades (mayor libertad, renovación de las formas y estructuras, una relación más dinámica e interactiva con el lector...) En este vídeo encontraréis algunas reflexiones sobre la penetración de lo literario en la red, o sobre el acercamiento de internet a lo litarario (como se quiera ver).
